El trastorno Dismórfico Corporal afecta a un 2% de la población mundial en su versión más aguda, pero el porcentaje de gente que padece este trastorno en forma más leve es agobiante; el tratamiento es vital en ambos casos.

El trastorno dismórfico corporal es una condición donde el individuo tiene una visión especial y obsesiva con una característica de su cuerpo que el considera defectuosa. Este defecto puede ser parcialmente visible, o sea un defecto menor, o puede directamente ser imaginado por el paciente. Es habitual imaginar que ese defecto es mucho más exagerado de lo que es en realidad y creer que todo el mundo está pendiente y consciente de él. Por eso es necesario un tratamiento psicológico para desprender al paciente de esta falsa realidad que crearon sus inseguridades.

La obsesión que tiene el individuo para con el defecto lo condiciona para vivir normalmente, puede limitarle en varios aspectos en el social impidiéndole tener una vida social normal, en el aspecto de las relaciones sentimentales, la persona con TDC puede sentirse vulnerable y poco deseada, en las relaciones íntimas, muchos sujetos que padecen este trastorno se ven con defectos con respecto al peso, así que pueden padecer desórdenes alimenticios o adicciones a las cirugías estéticas, adicción al ejercicio físico, conductas autodestructivas, incluso muchos individuos tienden a aislarse y abandonar el empleo o los estudios por la vergüenza a mostrar su imperfección en público.

La mayoría de las personas que padecen TDC está asociado a un cuadro general de baja autoestima, miedo al rechazo, dificultades para aceptarse. Incluso cerca del 50% de los pacientes que reciben el diagnóstico del trastorno dismórfico corporal reciben un diagnóstico adicional de un trastorno delirante. Esta patología suele darse en mayor medida en las mujeres, quienes se preocupan por los aspectos físicos que quedan a la vista como el cabello, cara o partes del cuerpo públicas, mientras que en los hombres la principal preocupación pasa por las partes íntimas.

Abordar estos trastornos con cursos que fomenten el autoestima o participar en grupos de apoyo pueden ser de mucha ayuda.

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