• Este divertido ejercicio puede ayudar a disminuir los pensamientos ansiosos y mejorar la concentración.
  • A veces, los pensamientos ansiosos pueden apoderarse de nuestro espacio mental hasta el punto de que nos cuesta volver a centrarnos.
  • Los supervivientes de traumas infantiles luchan con la regulación emocional debido a años de desregulación, lo que lleva a sentimientos de ansiedad y estrés.

Reírse y sentirse tonto a veces puede ayudar a disminuir los pensamientos ansiosos al aumentar los niveles de serotonina.

Todos tenemos momentos en nuestra vida en los que sentimos un aumento de la ansiedad. Quizá sea un momento estresante en el trabajo, o haya un conflicto en una relación, o simplemente estén pasando muchas cosas. Es durante estos momentos cuando puedes notar más inquietud o energía nerviosa.

Los supervivientes de traumas infantiles a veces tienen dificultades para conectarse a tierra debido al caos de los primeros años de su vida. Sus cuerpos aprendieron a permanecer en un cierto grado de desregulación emocional, y las actividades para calmarse a veces pueden resultar estresantes. Me parece que algunas técnicas de enraizamiento a menudo pueden causar un aumento de la ansiedad debido a la cantidad de silencio y concentración que implican; a veces es necesario comenzar con una actividad más involucrada para aprender a redirigir la energía ansiosa.

Sigue estos pasos para realizar un ejercicio divertido que puede distraer algunos de tus pensamientos ansiosos. Se puede hacer en grupo, en parejas o en solitario.

1. Identifica la primera canción que te venga a la mente. Puede ser cualquier canción, pero puede ser más fácil empezar con una canción pop conocida con una letra fácil. Canta la letra que te venga a la mente, parando sólo cuando te quedes sin palabras que puedas recordar.

2. Canta la letra de una canción que contenga la última palabra cantada de la canción anterior. Puedes empezar por cualquier parte, siempre que esta palabra de la canción anterior esté en la nueva letra. Sigue cantando hasta que se te acaben las palabras memorizadas, igual que antes. Siéntase libre de tararear las palabras si puede recordar los sonidos pero no las palabras específicas.

3. Continúa hasta que te sientas tonto. Es aún mejor si te ríes. Entre la ansiedad y la situación tonta es posible que termines en un modo de reír y llorar al mismo tiempo. Es estupendo cuando te equivocas y no sabes por dónde empezar de nuevo, porque esto significa que estás dirigiendo tu energía hacia la actividad. Las endorfinas que provienen de la risa pueden ayudar a aliviar la sensación de estrés y mejorar la concentración en la actividad que se está realizando, disminuyendo el espacio para los pensamientos ansiosos.

4. Al final, observa tu cuerpo. ¿Notas una disminución de la tensión en alguna parte? Quizás tus hombros o tu mandíbula se sientan más relajados. Tal vez haya olvidado, aunque sólo sea por unos minutos, lo que le producía ansiedad. La risa aumenta los niveles de serotonina, con conocidos efectos antidepresivos que pueden ayudar a disminuir algunos de los pensamientos y sentimientos negativos que estás experimentando, aunque sólo sea por un rato.

5. Repite cuando y si es necesario.

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